ENVIDIA CREATIVA
Partiendo de la relación entre la genialidad de Mozart y la inseguridad creativa de Salieri, el autor vuelve al Génesis, al pecado original del Cristianismo y al Psicoanálisis para demostrar que la envidia ha sido descalificada y reprimida en la Historia de la Humanidad por el miedo que tenemos de nuestra pujanza creativa.
La envidia es hermana de la ambición. Ambas luchan igualmente por el desarrollo. La ambición impulsa al Ego y la envidia codicia lo que es de otro. La Consciencia tradicional es maniqueísta y divide las funciones psíquicas radicalmente entre Bien y Mal, cierto y errado, bello y feo. De esa forma, la Consciencia se torna unilateral, reprime el lado que juzga malo y forma una Sombra intensa, en el Inconsciente, que es proyectada en los otros y los ataca. Esa es la Historia ternaria y paranoica de la Humanidad, en la cual el Ego ve el Mal en los Otros y no en sí mismo.
En el centro de su obra, Carlos Byington describe el Arquetipo de la Alteridad. Se trata de un padrón cuaternario de la Consciencia Individual y Colectiva en el cual el Ego percibe la polaridad Consciencia-Sombra en sí mismo y en el Otro.
El Arquetipo de la Alteridad es el paradigma del Amor, de la Ecología, de la Creatividad, de la Democracia Social y de la Economía Sustentable, y permite ver todas las funciones psíquicas, inclusive la envidia, actuando ora en el Bien, ora en el Mal, en la Consciencia y en la Sombra del Individuo y de la Cultura.